jueves, 12 de junio de 2008

IE 1. Del Documento de Cristales a los retos actuales de la reconciliación

Oriente avanza por el camino de la reconciliación
Articulo No. 1
“Cada vez cobra más vigencia el reconocimiento de un proyecto donde quepamos todos los hombres y mujeres que habitamos el territorio colombiano, y donde quepan también aquellos que fueron desarraigados. Un proyecto con suficiente apertura a la equidad social y a la inclusión política; con capacidad de señalar ruta a unas regiones respetuosas de la vida, de la dignidad de sus comunidades y de la legitimidad de sus instituciones.

Las comunidades y las instituciones en el territorio, afirmamos la urgencia de humanizar la guerra; nuestra disposición para facilitar su terminación mediante una salida negociada; nuestro compromiso de intervenir y recomponer la débil gobernabilidad local y regional; nuestra voluntad de construir nuevas y mejores redes sociales e institucionales; nuestra opción por un crecimiento humano y un desarrollo integral con dignidad, haciendo productivo el territorio que ocupamos.”


Estas frases forman parte de un documento de propuestas y compromisos de actores del Oriente Antioqueño presentado en el Corregimiento de Cristales, en agosto de 2005, con motivo de la desmovilización del Bloque Héroes de Granada. En él se establecen compromisos con la reintegración de excombatientes, así como con la atención a las víctimas y la solidaridad con las comunidades más afectadas por el conflicto armado. Firmaron entonces la Diócesis Sonsón Rionegro, la Fundación Pastoral Social, la Corporación Vida, Justicia y Paz, el Consejo Subregional de Alcaldes, el Programa Desarrollo para la Paz, la Asamblea Provincial Constituyente, la Incubadora de Base Tecnológica -GÉNESIS, la Corporación Educativa para el Desarrollo Integral -COREDI, la Corporación Hogares Juveniles Campesinos, la Universidad Católica de Oriente -UCO, la Corporación Empresarial del Oriente -CEO, el Servicio Nacional de Aprendizaje -SENA, y la Cámara de Comercio del Oriente Antioqueño.

Tres años después, cuando se han desmovilizado un número muy importante de combatientes y la fuerza pública ha logrado resultados positivos en términos de la política de seguridad del actual gobierno nacional con la captura de algunos comandantes y la entrega de otros, el esfuerzo de la sociedad subregional del Oriente sigue estando puesto en superar el conflicto y reconstruir el tejido social.

“Del conflicto armado estamos saliendo, y ahí está el gran interrogante por cómo construir un futuro común en el marco de la institucionalidad democrática”, expresó Jorge Ignacio Castaño, Asesor de Paz de la Gobernación de Antioquia. Y ratifican esto los protagonistas en la actualidad de la exitosa experiencia de San Carlos al considerar que “la posguerra nos tiene que ayudar a que víctimas y victimarios se encuentren entendiendo que la dinámica irregular que se dio en el conflicto fue lo que llevó a que se cometieran esas dramáticas acciones”.

En este sentido, la Comisión Departamental de Seguimiento al proceso de Desarme, Desmovilización y Reinserción –Comisión DDR, única en el país, que viene promoviendo Encuentros Subregionales con la intención de continuar con el seguimiento al proceso, verificar el estado de los acuerdos, establecer espacios de deliberación pública y generar propuestas para la política pública en estas temática, realizó el más reciente en el Oriente Antioqueño el pasado 28 de mayo en el Municipio de La Unión.

“La intención del Encuentro Subregional del Oriente es poder conocer de viva voz la propuesta en términos de política de reconciliación que están adelantando las diferentes instituciones del Estado y las organizaciones que tienen asiento en el territorio”, afirmó Jairo Alberto Duque, Secretario técnico de la Comisión DDR, delegado por Conciudadanía, Corporación que hace parte y apoya todo el proceso de convocatorias y deliberaciones que adelanta esta instancia en Antioquia, quien además agregó que “se pretendía hacer un evento que permitiera articular acciones, conocer el quehacer de cada una de las instituciones, mirar cuál es el rol de cada uno de los organismos e instituciones que hacen trabajo en el Oriente y cómo nos articulamos para que entre todos fortalezcamos esta propuesta de reconciliación, que es realmente como la vemos, pues más que un trabajo de atender víctimas y desmovilizados, se trata de cómo entre todas las instituciones y la sociedad civil garantizamos la reinserción de unos y otros para que consolidemos un proceso de reconciliación en el Oriente, y así en cada una de las subregiones de Antioquia”.

Así, más allá del evento, el espacio convocado permitió acercarse al conocimiento de los logros y limitaciones del proceso de superación del conflicto en el Oriente Antioqueño y fue una excelente oportunidad para que los firmantes del Documento de Cristales, junto a otros sectores del gobierno y de la sociedad civil, revisaran y articularan aún más las acciones por la superación del conflicto y la reconstrucción del tejido social, “que es otra manera de decir que la tarea del ahora es la reconciliación”, según lo manifestó Benjamín Cardona, integrante de Conciudadanía y Presidente colegiado de la Asamblea Provincial Constituyente, para quien este tema “es una responsabilidad de toda la sociedad que no puede aplazarse indefinidamente ni podemos sentarnos a esperarla; es un proceso de construcción de confianza cívica, en un contexto de participación democrática, donde los derechos de las víctimas y de todos los ciudadanos deben ser garantizados”.

Durante el Encuentro Subregional convocado por la Comisión DDR se pudieron escuchar las intervenciones de la Alta Consejería para la Reconciliación en representación del gobierno nacional, la Asesoría de Paz de Antioquia desde el gobierno departamental, los Alcaldes de los Municipios de San Carlos y de La Unión por los gobiernos locales, el Laboratorio de Paz por el lado de las organizaciones sociales, Conciudadanía en la moderación del evento, y representantes de la comunidad organizada, dentro de los que habían víctimas, desmovilizados y miembros de organizaciones sociales, con quienes se sostuvo un diálogo a partir de las experiencias de las Organizaciones de Víctimas, de las Mesas y de los Comités Municipales de Reconciliación.



Unos faltan y otros poco escuchan, pero la mirada sigue siendo optimista
Infortunadamente no fue posible concretar la participación de algunas organizaciones sociales del Oriente para ratificar los compromisos de la sociedad civil organizada en la reconstrucción del tejido social y la reconciliación, aunque el compromiso de todas ellas con el proceso ha sido notorio.

En especial se notó la ausencia de los empresarios, pero también faltaron un importante grupo de organizaciones de la sociedad civil regionales, la Asociación Regional de Personeros, la de Concejales, la de Municipios, los Consejeros de Planeación, las ONG de la región, entre otras.

“Lo más importante es que todos tenemos y queremos trabajar, pero es de resaltar la ausencia de la empresa privada. En el caso de La Unión tenemos asentadas unas empresas del grupo Argos, Sumicol, Minerales, y otras que debieran estar comprometidas con estos procesos y enviar sus representantes a participar de estos espacios, pero faltaron”, señaló el Alcalde de La Unión, Hugo Botero López.

Beatriz Montoya, Asesora temática de Conciudadanía, también criticó el hecho de que “quienes van de funcionarios a representar a cada institución en estos espacios, echan sus propios cuentos, dicen lo que están haciendo, lo que piensan, pero no son capaces de quedarse a escuchar a los otros, y eso es lo que impide que realmente podamos constituir una fuerza por la reconciliación. Molesta que se convoque y asistan desmovilizados y víctimas con la expectativa de que a ellos los escuchen por el protagonismo que tienen tanto en el conflicto como en su superación, pero terminan yendo a escuchar a los otros, los que se supone que están allí para atender las demandas ciudadanas y garantizar los derechos de todos. Hay que hacer un esfuerzo grande en las convocatorias para que cuando se les pida que vayan, también se les pida que se queden para escuchar a los demás asistentes”.

Pero aunque faltaron precisamente las organizaciones que firmaron el Acuerdo de Cristales, las instituciones y organizaciones que se hicieron presentes señalaron que con el Encuentro se dio una experimentación de las posibilidades de una mesa de reconciliación subregional que trabaje de manera más permanente y a profundidad el tema, y que vaya identificando cuáles son los actores estratégicos de la reconciliación, para que los convoque a próximos escenarios de deliberación y concertación, de modo que se amplíen las posibilidades de potenciar los esfuerzos particulares de cada uno de los actores del Oriente Antioqueño y se creen articulaciones de acción a partir del diálogo entre todos para que nuestras visiones y expectativas puedan ser puestas en común y concretarse en realidades cercanas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario