lunes, 26 de enero de 2009

Naciones Unidas declaran el 2009 como el Año Internacional de la Reconciliación y el del aprendizaje sobre los Derechos Humanos

Para apoyar y promover el diálogo desde posiciones de respeto, tolerancia, verdad, equidad y justicia;
y para profundizar aprendizajes, reconocimiento y salvaguarda de los derechos humanos.



Año Internacional de la Reconciliación

Teniendo en cuenta la necesidad de preservar la paz, lograr la resolución pacífica de conflictos, facilitar el desarrollo sostenible, la protección de los Derechos Humanos, de la democracia y de la dignidad humana, tanto para las actuales, como para las futuras generaciones, las Naciones Unidas han declarado el 2009 como Año Internacional de la reconciliación. Con dicha proclamación se pretende apoyar y promover el diálogo desde posiciones de respeto, tolerancia, verdad, justicia y equidad, como aspectos fundamentales en los procesos de reconciliación.

Con tales propósitos y considerando los objetivos y principios de las Naciones Unidas, se considera de importancia decisiva la planificación de programas culturales, educacionales y sociales para promover la reconciliación, particularmente en países y regiones que sufren situaciones de conflictos no superados, de discordias y enfrentamientos, internos, nacionales e internacionales. En tal sentido resulta crucial el papel de los medios masivos de comunicación.



Año Internacional del aprendizaje acerca de los Derechos Humanos
Con el propósito de acrecentar y profundizar el aprendizaje, el reconocimiento y la salvaguarda de los derechos humanos y de las libertades fundamentales de mujeres y hombres de todas las edades y condiciones, el 2009 ha sido declarado por las Naciones Unidas como Año Internacional del aprendizaje sobre los Derechos Humanos. El propósito es incrementar el reconocimiento de los Derechos Humanos, teniendo en cuenta el diálogo constructivo y la cooperación, así como los principios de universalidad, indivisibilidad, interdependencia, imparcialidad, objetividad y no discriminación (Resolución 62/171 del 18 de Diciembre de 2007).

Se busca, así, destacar la promoción y la protección de todos los derechos, incluyendo el derecho al desarrollo, teniendo en cuenta, además, la importancia de la educación para todos, como medio para lograrlo. El ideal es que la Declaración Universal de Derechos Humanos se concretice, en la práctica, como forma de vida para todas las personas en el mundo.

lunes, 19 de enero de 2009

Conciudadanía presenta nueva cartilla sobre Asambleas Ciudadanas del Occidente Antioqueño

Medellín, Antioquia (Colombia). 19 de Enero de 2009


Las Asambleas Ciudadanas de Santa Fe de Antioquia, Buriticá, Liborina y Cañasgordas, son un ejemplo de procesos de empoderamiento ciudadano y de cualificación de liderazgos individuales y colectivos que trascienden intereses individuales. Estos hombres y mujeres se comprometen con su territorio y trabajan día a día por municipios más incluyentes, equitativos y democráticos.

Y no sólo desde estos Municipios del Occidente Antioqueño, sino desde todas las Asambleas Ciudadanas que se han constituido en el Departamento, la ciudadanía ha afrontado procesos como la formulación de agendas ciudadanas, voto programático, planes de desarrollo municipal; presupuesto participativo, control social, rendiciones de cuentas e, incluso, la reconciliación política. Todo esto a través de estrategias de deliberación, concertación, formación e incidencia política.

Por ello, en los próximos cuatro años, entre otras acciones, Conciudadanía se propone dar soporte a la consolidación de las Asambleas Ciudadanas y otras redes de participación; promover la deliberación nacional sobre las leyes que rigen la democracia participativa; e incentivar y apoyar a los actores locales para la elaboración y gestión de Planes Locales de Vida para la Reconciliación.

Y se atreve a asumir estos retos pues entiende que aunque la Constitución Política de 1991 pretendió instalar las bases para la modernización de nuestro orden social y político, pasando de una democracia formal a una real, de la democracia representativa a la participativa, de la democracia política a la democracia social, que transciende a nuestras maneras de relacionamiento cotidiano, a nuestra forma de vida; no ha sido suficiente con promulgar esta Carta Magna ni decretar la democracia. Se requiere, más allá todavía, cambiar nuestras mentalidades y asumir los valores que ésta promueve.

Avanzar en este ideal no ha sido fácil, ha sido necesaria la creatividad de la ciudadanía para superar los obstáculos que las formas tradicionales del ejercicio de la política (politiquería) le ponen día a día a la democracia real.

El primer obstáculo que encontró el pueblo para ejercer su poder soberano fue la legislación posterior a la Constitución que reglamentaba los espacios y mecanismos de participación ciudadana en Colombia, la Ley 134 de 1994, sobre la cual, después de 15 años, es necesario preguntarnos por la funcionalidad de los espacios que crea para darnos cuenta que el balance no es el más satisfactorio.

Por eso es que se construye la propuesta de las Asambleas Ciudadanas, Comunitarias o Constituyentes, como alternativa a los espacios de participación formales e institucionalizados por la ley, pensadas como espacios abiertos de encuentro entre todos los actores sociales y políticos de una localidad y los actores en el poder, para juntos deliberar sobre los asuntos de interés general que tocan con la vida cotidiana y el desarrollo local.

Acorde con este ideal, se han puesto todos los esfuerzos para que sean espacios caracterizados por la pluralidad, por la confluencia de todos los intereses, pensamientos, ideologías, y altamente representativo de sectores y territorios y democrático en su funcionamiento.

En estas Asambleas se espera que se practique la democracia real y participativa; y aunque funciona con delegados/as, éstos deben ser representantes efectivos de grupos claramente definidos, con intereses y necesidades precisas.

La confluencia en este espacio de todos los intereses implica ejercicios permanentes de concertación para llegar a consensos sobre intereses más generales a partir de la vivencia de principios como la libertad, la igualdad y la cooperación.

Así, desde la Corporación se espera que el escenario de las Asambleas Ciudadanas sea privilegiado para la celebración de pactos, los pilares de la construcción en los municipios de Planes de Vida para la Reconciliación, y que permita la activación de otros escenarios de participación tales como los Consejos Territoriales de Planeación, las Consejos de Política Social, las Mesas de Reconciliación, las Mesas de Género y otros espacios temáticos y territoriales, idealmente, articulados con las Asambleas.

Y como primer aporte de información de casos sobre el funcionamiento de Asambleas Ciudadanas en Antioquia, ponemos a consideración pública esta cartilla, producto de la participación y las ideas de líderes de los municipios de Buriticá, Cañasgordas, Liborina y Santa de Fe de Antioquia, quienes hacen parte de las Asambleas Comunitarias y Constituyentes y desde hace tiempo participan, animan y se comprometen con el sueño de fortalecer la democracia local a través de la participación de todos.


Gloria Ampara Alzate,
Directora Territorial de Conciudadanía en Occidente