jueves, 12 de junio de 2008

IE 4. Víctimas y Reinsertados: Un encuentro indispensable

Oriente avanza por el camino de la reconciliación
Articulo No. 4

En desarrollo de la propuesta de reconciliación para Colombia, es importante que estén todas las manos, pero es importante también que estén unidas porque la magnitud de la tarea reclama la articulación de todos los esfuerzos. Y para el caso del Oriente Antioqueño, subregión que apenas logra reponerse de las secuelas de la confrontación armada entre guerrilla, AUC y las fuerzas del Estado, es importante que el gran número de víctimas no pase desapercibido en un proceso de desarrollo municipal y regional.

Además, el proceso de desmovilización y reintegración de excombatientes es una oportunidad para la convivencia, pero por otro lado la acción de grupos emergentes es una amenaza para la democracia y para la seguridad, especialmente de las víctimas. La confrontación con la guerrilla aún permanece y para recordarlo amplios sectores del territorio están sembrados de minas antipersonales que no terminan de cobrar víctimas.

Por esto, es fundamental que el proceso de reconciliación se nutra y enriquezca con el diálogo entre todos, delegados de las entidades públicas y privadas, representantes de las organizaciones sociales y de la comunidad organizada, víctimas y desmovilizados, para que nuestras visiones y expectativas puedan ser puestas en común y concretarse en realidades cercanas.

“Tenemos que entender que lo que queremos lograr es una paz, una reconciliación, entonces miré que cómo la vamos a lograr, aceptándolos a ellos como comunidad, y no mirarlos ni estarlos señalando porque no sabemos bien porqué esos muchachos cayeron allá y porqué estaba haciendo eso o estaba haciendo lo otro. Entonces a mi me parece que nosotros como comunidad, aunque nos hayan dejado mucho dolor, aunque ellos hayan hecho muchas cosas, tenemos que llegar al perdón y tratar de acogerlos para que logremos una paz, que es lo que queremos en nuestros municipios”. Opinó públicamente una ciudadana de San Rafael, víctima de la violencia.

Y por el lado de los desmovilizados, Luberney Marín, de San Carlos, dio la cara a los asistentes para preguntar “¿Qué tipo de reparación quieren las víctimas? Yo estoy convencido de que la reparación la tenemos que hacer nosotros, pero si es una reparación económica la que las víctimas están esperando de nosotros, la cuestión se torna muy difícil porque escasamente tenemos la ropita que tenemos puesta y el trabajito que estamos haciendo día a día para poder sobrevivir. Los que deben reparar económicamente son nuestros comandantes que en su momento se beneficiaron de la guerra. Pero si lo que ustedes quieren es que nosotros les contemos la verdad, de que nosotros les ayudemos a hacer sus duelos, y de que les garanticemos que no vamos a repetir los hechos que por parte de nosotros, lo vamos a tener”. Luberney aprovechó, además, para decirles a las víctimas presentes que “para despertar ese deseo de trabajar con víctimas por una reconciliación con los desmovilizados, es más un compromiso de toda la sociedad y de las víctimas que de los mismos reinsertados, porque hay que entender que si hicimos parte de la guerra fue por un sinnúmero de hechos y actividades que se salían del control de nuestras vidas y que en su momento nos obligaron a acceder a los grupos armados y a tomar un arma en nuestras manos que nos hizo sentir más poderosos. Pero hay que entender que en su momento nosotros fuimos víctimas de la violencia que ejercían los grupos guerrilleros y que el Estado no fue capaz de brindar una protección, y nos tocó vivir muchas cosas. Yo, por ejemplo –y en esos momentos el desmovilizado contuvo sus lágrimas y amarró su pecho para seguir hablando- me considero una víctima también, yo nunca quise entrar en esa guerra, yo nunca quise estar allí, las circunstancias me obligaron a estar allá, y sé que a muchos de mis compañeros les tocó lo mismo; a muchos les mataron hermanos, padres, fueron tantas cosas… Yo, por ejemplo, tenía un hogar con una joven que conocí en el Chocó y tenemos una niña que hoy tiene 6 años y que desafortunadamente por causa de la guerra decidimos que se fueran para el Chocó buscando una protección para esa hija… las envíe para allá mientras salía de la guerra, pero pasaron 3 años y ella consiguió esposo y ahora mi hija tiene otro padre”.

La posibilidad de que víctimas y reinsertados se encontraran en un mismo espacio, permitió sensibilizar a otras personas sobre el necesario diálogo que debe establecerse entre estos dos actores. “En el municipio de Cocorná hay desmovilizados y reinsertados, pero no están en el mismo pueblo. Me gustaría estar con ellos en el mismo pueblo porque muy rico compartir las ideas con ellos y de pronto saber si están dispuestos a asumir las responsabilidades de lo que hicieron. Muy rico que tantas víctimas que tiene Cocorná, porque tiene muchas, lograran hablar de frente con ellos”, compartía Lucelly Girado, de Cocorná, integrante de la Organización Municipal de Víctimas, con otros jóvenes que asistieron con ella al Encuentro en La Unión.

De acuerdo a Beatriz Montoya, Asesora temática de Conciudadanía, “el momento más interesante, por la posibilidad del diálogo, fue el conversatorio entre víctimas, reinsertados y representantes de la sociedad civil, que se dio en un ambiente muy tranquilo para que dijeran lo que estaban pensando. Una víctima llegó a decir que creía que había que esperar un poco más de tiempo para hacer un encuentro más directo entre víctimas y desmovilizados; ella lo habló con mucha tranquilidad sabiendo que ellos estaban allí, no tuvo ningún temor para decirlo, dijo lo que pensó. Pero también llegó un desmovilizado a decir que quisiera que las víctimas le dijeran qué es lo que esperan de ellos, porque si están esperando de ellos una reparación económica seguimos en la olla, pues ellos no se beneficiaron económicamente de lo que ha sido esta guerra, eso lo tendrían que a hacer su jefes que fueron los que se beneficiaron, en cambio si tendrían manera de reparar dando indicaciones de fosas para encontrar a sus seres queridos, pueden dar información para que la gente se oriente sobre situaciones que les inquietan y sobre las que están esperando respuesta, lo pueden hacer, pero otro tipo de reparación no pueden esperar de ellos. Asunto que dijo también con toda tranquilidad, con lo que van ampliando las posibilidades para reconstruir confianzas cívicas”.

Y puntualizó esta idea el Director de la Corporación para la Participación Ciudadana, Alonso Cardona, al declarar que “no tienen razón quienes creen que la sociedad del Oriente no está madura para que encuentros con la participación de víctimas y desmovilizados se produzcan. Creo que el Encuentro subregional del 28 de mayo es un mentís a quienes creen o plantean que esos dos actores sociales no se pueden encontrar en un mismo escenario; al contrario lo que muestra es la importancia de que se encuentren y comiencen a decirse cosas. Y es que en este evento se comenzaron a decirse cosas; las víctimas a decir, bueno, queremos saber con qué contamos con ustedes para la reparación, pero sobre todo una reparación que sea moral, que sea de la verdad, de ayudarnos a encontrar que fue lo que pasó; y los otros plantearon sus expectativas, sus puntos de vista. Ese debate, esa discusión, hay que seguirla y generalizarla, porque es así como la gente parte de la desconfianza actual hacia un proceso de ir creando confianzas, y que cada quien vaya poniendo las condiciones de su confianza”.

Y aunque no todas las inquietudes quedan resueltas en un espacio tan breve, por lo menos se garantiza el acercamiento entre la institucionalidad pública y la comunidad para que todos entendamos el porqué de la política pública y de por qué las acciones del gobierno en un sentido o en otro. Además, se posibilita el encuentro entre víctimas, desmovilizados y la comunidad, para articular el accionar de la ciudadanía y avanzar hacia la concreción de las propuestas, que no son responsabilidad exclusiva del Estado, sino que atañen al conjunto de la sociedad para garantizar la reintegración y el reconocimiento de los derechos de todas las personas.

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